Como un despacho desarrollador de proyectos sociales orientados a la educación, al recibir la solicitud de un organismo que busca beneficiar educativamente a una población, recomendamos, primeramente, que la misma empresa identifique plenamente las condiciones de dicha población. Lo anterior, en un marco filosófico, en un contexto histórico, sociológico, político, económico, cultural, psicológico y pedagógico.
Iniciar un proyecto de esta manera, proporciona, entre otros beneficios, la factibilidad del mismo, la cual se refiere a la evaluación de la viabilidad y capacidad de llevar a cabo con éxito un proyecto en términos de recursos disponibles, restricciones, objetivos, y beneficios esperados.
En otras palabras, el diagnóstico determina si el proyecto social es realista y alcanzable dadas las circunstancias y recursos disponibles y, en su caso, identifica cómo ajustar las propiedades del proyecto para su viabilidad.
El diagnóstico nos permite entender las condiciones y necesidades de la población objetivo antes de implementar un proyecto social.
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